jueves, 14 de marzo de 2013

Tres minutos en mi mente.


Voy a escribir con los ojos cerrados, creo que leer mis palabras me limita a la hora de expresarme. Me da vergüenza plasmar mis palabras en escritos, quizás ya no es vergüenza sólo, sino también es miedo. Miedo a lo que me pueda encontrar. Miedo a verlo desde otro punto de vista.

Y es que necesito vaciar mi cabeza, mi mente, esa mente que no deja sobrecargarme con preguntas, con insultos, con dudas… Evito parar a escucharme, a pensar, a saber qué es lo que se me pasa por la cabeza por miedo. Porque a quien más temo es a mí.

Estoy a veces vacía, fría, a veces solo siento dolor y desesperación. Angustia. Soledad. ¿Qué hacer cuando no existe ni un atisbo de felicidad en tu vida? Intentas ver el lado bueno de las cosas, intentas salir a la calle y sonreír, sonreír a los enemigos, a los malos momentos, a los amigos que se van… Pero no hay sonrisas verdaderas, de mí solo salen falsas sonrisas para evitar preocupación.

Tampoco os preocupéis, llevo viviendo así, con esta sensación demasiado tiempo como para no poder convivir con ella. A veces pienso que lo he superado, pero no sé que pasa que siempre acabo por retroceder.

La verdad es que esto lo escribo porque necesito sacar lo que tengo dentro antes de que acabe por destruirme. Del todo. Me he visto al borde del abismo demasiadas veces en este tiempo. Me he visto sobrepasada.

Y me veo sola. Y es una soledad que me asusta, porque sé que algo falla en mi, algo falla en mi forma de ser, y no sé si ser así es el efecto de todo lo que siento dentro o el sentirme sola hace que, en ocasiones no vea salidas.

Este texto, seguramente no tenga sentido. Tan solo son ideas sueltas que con los ojos cerrados se pasan por mi cabeza. Solo transcribo con lo que convivo a diario, cada noche, cada día, cada momento solitario. Todo ello y más, que a día de hoy aún no soy capaz de escribirlo aquí.

Pero si algo sé es que me odio. Es un odio cargado de rencor y reproche. Un odio que con el paso de los años no se va. Y me temo que no se va a ir.